Acabo de terminar el semestre, todavía no sé las calificaciones pero realmente no me preocupa, por lo menos no hoy. Y es que en días como este te das cuenta que muchas cosas no tienen la importancia que se les da, y como dijo Nietzsche, aunque sea muy trillado: "Lo que no te mata te hace más fuerte".

Portugal ganó, lo cual me da gusto, aunque para mi desconcierto, cada día me doy cuenta de que el futbol ya no es primordial en mi vida. Hace algunos años solía ser la más interesada en el tema, y por su puesto mi germanofilia se plasmaba hasta en esta área. Como aquél partido del 86 en el estadio Azteca, Alemania perdiendo 2 a 0 contra Argentina en el segundo tiempo, estabamos viéndolo con toda la familia en casa de mi tía, todo mundo le iba a Argentina, aunque yo secretamente (podría haber sido acusada de traidora a la patria ya que Alemania había elminado a México) imploraba por el triunfo germano. Luego vinieron los goles de Rummenige y Voller ante los cuales traté de disimular mi alegría lo más que pude, aunque el gusto duró solo unos minutos porque gracias a Burruchaga sufrí una de las muchas decepciones futbolísticas que he tenido.

No sé, tal vez con el tiempo los interes cambian, sin embargo a veces me siento nostálgica con mis recuerdos futboleros.