Quemada
El domigo pasado fui a San Juan Cosala, tenía mucho tiempo de no ir tal vez 25 años!!. Todo fue con el fin de recibir un masaje watsu del cual no sabía absolutamente nada hasta ese día. Debo decir que fue relajante aunque me esperaba algo mucho mejor, y además supuestamente las emociones iban a aflorar durante el masaje y eso no fue algo que me pasara. Lo que sí es que el sol de las 12 del dia causó estragos en mi piel, y si, me di una buena quemada. Pero reflexionando sobre lo que ha sido este mes, debo decir que la quemada ha sido no solo física sino económica y emcionalmente. He gastado bastante dinero en el "negocio" de Tere, que supuestamente debería ayudarme a sentirme mejor, sin embargo no siento haber mejorado mucho. Y emocionalmente no estoy quemada sino frita. Llevo días sin dormir bien, sin descansar, y el cerebro a todo lo que da día, tarde y noche. Tengo ganas de tener un par de días seguidos de sueño largo y tranquilo. Y claro, la tesis a punto de terminarla..........................................
Hoy fue la boda de Gissele, vi a muchas amigas que tenia años sin ver, y me la pasé muy bien en la fiesta. Solo fue un poco extraño porque de repente me di cuenta que el 95% de ellas estaba casada y varias tienen hijos, y me cuesta trabajo dejar de verlas como las niñas de 18 años con quienes compartia mis tristezas y alegrias en la prepa.
Extraño ser la persona que era antes de irme a Austria, desde que regresé mi vida no ha sido la misma, no me siento bien, no he podido disfrutar ni de mis recuerdos del viaje. La cuestión es que todo ha cambiado, pero yo me reuso a asimilarlo, no me gustan los cambios, la adaptación es muy dolorosa, sin embargo no creo (no quiero!) llegar mas abajo que donde estoy ahorita, lo cual es bueno porque cuando ya estas en el fondo lo único que queda es impulsarte para arriba.
Hoy fue la boda de Gissele, vi a muchas amigas que tenia años sin ver, y me la pasé muy bien en la fiesta. Solo fue un poco extraño porque de repente me di cuenta que el 95% de ellas estaba casada y varias tienen hijos, y me cuesta trabajo dejar de verlas como las niñas de 18 años con quienes compartia mis tristezas y alegrias en la prepa.
Extraño ser la persona que era antes de irme a Austria, desde que regresé mi vida no ha sido la misma, no me siento bien, no he podido disfrutar ni de mis recuerdos del viaje. La cuestión es que todo ha cambiado, pero yo me reuso a asimilarlo, no me gustan los cambios, la adaptación es muy dolorosa, sin embargo no creo (no quiero!) llegar mas abajo que donde estoy ahorita, lo cual es bueno porque cuando ya estas en el fondo lo único que queda es impulsarte para arriba.